Que mis ejercitos sean las rocas, los arboles y los pájaros del cielo

Que mis ejercitos sean las rocas, los arboles y los pájaros del cielo

miércoles, 6 de octubre de 2010

CUANDO LAS LUCES SE APAGAN

CUANDO LAS LUCES SE APAGAN

Cuando las luces se apagan
y el murmullo de las voces cesa,
cuando el corazón divaga
se rinde y se quita la careta,
cuando el tiempo al fin se para
y la paz es lo único que queda.

Los problemas que brotaban de los ojos
como lagrimas de furia irreparable
parecen hoy recuerdos hermosos
muestras de tu arrojo en superarles,
¿Cuántas veces fuiste al fondo del pozo?
¿Cuántas veces conseguiste levantarte?

Sólo un pelo cano y lacio en la mesilla
que arañaste con el peine esta mañana
queda como señal de una vida
de heridas, risas y batallas,
atrás quedan los que querías
atrás todos los que te amaban.

Mañana cuando la tierra tape tu rostro
y tu cuerpo de alimento a los rosales,
dejarás el mundo en manos de otros
que no sabrán ni que un día lo habitaste,
pero no será el que viste con tus ojos
ese paró, frenó sus lances
ese mundo que viviste con nosotros
solo existe en el recuerdo de tu imagen.


Dedicado a Capilla, una de las mejores personas que he llegado a conocer.

REQUIESCAT IN PACE

EL GAÑAN

Dedicado a todos aquellos que pretenden hacer de la literatura un arte sólo accesible a una pequeña minoría y que desdeñan cualquier innovación que se salga de sus canones de pureza literaria.

EL GAÑAN

Tu mester de juglaría
juraría es menester
tomarlo por fruslería,
frunciría me el saber
que lo llamen poesía
sin ser más que prosa amateur.

Las palabras de Unamuno
quedan lóbregas y muertas
a espuertas de más de uno
que con su lengua en tu culo
las iguala y asemeja
a esa triste cancionceja
que bosquejas con tus puños.

Haragán que esputas palabras
de las lenguas ya finadas,
refinadas las encuadras
en cuadros de bella traza
y te jactas de cultivado
porque nadie entiende nada.

La palabra es la dama roja,
más bella cuanto más extraña,
pero no enmarañes más las hojas,
las despojas de su magia,
si nadie entiende tu glosa
nadie aprende, nadie gana.

DOS PALABRAS

Dos palabras, buenos dias.
Dos palabras, muchas gracias.

Creo que aproximadamente se tarda uno o dos segundos en pronunciar cada una de las pequeñas frases que conforman.
Alguien me pide un cigarro "oye tío!! ¿Me das un piti?" Joder, ¿qué te costaba haberlo pedido bien? A lo mejor tampoco te lo hubiera dado porque al precio que van últimamente prefiero invitarte a una cerveza, pero bueno, al menos me lo hubiera planteado. Dos palabras ¡¡tio!! Solo dos palabras.
Cojo una llamada en el trabajo y cuando trato de presentarme me dicen "oiga es que lo que yo quería era..." Otra vez maldita sea!. Ahora durante el resto de la llamada me dedicaré a hacer un sudoku y a contestarte con monosílabos hasta que cuelgues. Quizá hubiera podido ayudarte, pero ya nunca lo sabremos. He perdido el interés en tu problema por tan solo un segundo. Y por dos palabras.
Vivo en la ciudad del cronómetro, aquí el que no gestiona bien sus minutos de vida perece o no se adapta, pero no creo que a nadie le suponga demasiada pérdida el dedicar uno o dos minutos al olvidado arte de tener un mínimo de educación.
Me siento en una mugrienta silla en la comisaría frente a un agente que masca chicle. “A ver…” es todo lo que me dice. ¡Mira! Dos palabras y ya me estás diciendo que te importa una mierda que yo haya perdido mi móvil y mi cartera. Tan sólo dos palabras diferentes y al menos no hubiera salido de allí seguro de que lo único que había conseguido era perder dos horas de mi tiempo a parte de la cartera y el móvil. Ya ve, dos horas he perdido por haberme negado dos segundos.
Sigo buscando, siempre sigo buscando y confiando en esta ciudad. Busco en sus calles y sus fachadas la inspiración cuando se me fuga. Busco un modo de ganarme la vida sin caer en sus redes de envidia y de violencia. Pero sobre todo busco y seguiré buscado, a alguien que quiera dirigirme un par de palabras sin pensar tan sólo en su puto ombligo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Dejavú

Este es un pequeño fragmento de algo que estoy escribiendo ahora, espero que os guste.

Entró corriendo en al autobús apenas con un resuello después de lo que probablemente había sido una larga carrera por la plaza de Cibeles para alcanzar el nocturno. Pagó al conductor con un puñado de chatarra y fue a sentarse en los asientos del fondo, que, como cualquiera que frecuente este tipo de trasportes sabrá. Son los mejores en los meses de invierno, puesto que el calor del motor hace que la temperatura en ellos sea más agradable. Se despojó del abrigo y sacó del bolso un ejemplar de “Madame Bovary” que comenzó a deglutir con interés. Al abrir el libro, una pequeña hoja garabateada que debía de haber hecho las veces de marcador, escapó de entre las páginas y fue a parar dos asientos más para adelante, donde un joven se esforzaba por contener las arcadas de su compañero de asiento. –Es psicológico tío, ya lo has echado todo. Porque no intentas dormir un rato- El chico se afanaba en mantener distraído a su compañero cuando el pequeño trozo de papel apareció junto a sus zapatillas. Lo recogió del suelo. No había comenzado a abrir el primero de los dobleces cuando su amigo soltó el barrote donde había estado apoyado y se golpeó fuertemente con el asiento de delante en la cabeza. Se guardó el papel en el bolsillo y volvió a ocuparse de su compañero hasta que este tuvo que bajarse cuatro paradas más tarde, donde dos chicas con el gesto fruncido lo esperaban.
Cuando se encontró sólo, volvió a sacar el papel de su bolsillo y lo abrió. Parecía tratarse de un pequeño poema. La caligrafía era bastante confusa, pero pudo leerlo.

Qué será de mí si desespero,
qué será de mí
si lo dejo todo y me pierdo
si vuelo lejos de aquí.
Si mañana no regreso
qué será de mi.

Volvió a doblarlo con cuidado y se giró. La muchacha continuaba allí, absorta en su lectura. Se levantó y fue a sentarse frente a ella y le extendió la mano con el papel sobre su palma. -Creo que esto es tuyo- La chica dio un respingo y visiblemente turbada y recogió el papel con un tímido gracias antes de volver a agachar la cabeza sobre el libro.
-Debes sentirte identificada- dijo él.
-¿Perdona? Dijo la chica levantando de nuevo la cabeza.
-Digo que debes de sentirte identificada con la protagonista de ese libro. Lo digo porque he leído el verso que has escrito, espero que no te importe.
-No me importa- contestó ella –aunque no es que me haga especial ilusión que la gente lea lo que escribo. Pero me lo has devuelto. Supongo que estamos en paz-
-Puedo preguntarte tu nombre- Volvió a preguntar él.
-No- Contestó la chica. Cruzó las piernas y volvió a centrarse en el libro.
José, que así se llamaba el chico se levantó y volvió a tomar asiento donde hacía un rato había estado junto a su amigo. Le habían rechazado muchas veces, pero aquella era la primera vez, que ni siquiera había conseguido saber el nombre de la chica. Durante el resto del viaje volvió la cabeza un par de veces tratando de encontrar su mirada sin éxito. Después, convencido ya de que no había nada que pudiera hacer. Abrió el ventanuco del autobús y se encendió un cigarro. Por lo general, no se podía fumar en los autobuses, pero en el búho a aquellas horas un sábado nadie protestaba. Se puso los cascos y mientras los primeros acordes de “Part time lover” comenzaban a sonar vio pasar por su lado el blanco abrigo de la chica. Al pasar por su lado deslizó un trozo de papel en el asiento contiguo. Después, permaneció apenas unos segundos esperando a que se abrieran las puertas y se bajó. Ni siquiera cruzó una mirada con él.
El autobús emprendió de nuevo su camino. José se quedo mirando como la blanca figura de la chica se perdía tras la fachada del ambulatorio. Después, tomó el trozo de papel que había en el asiento y lo abrió. En él, podía leerse:

Para nada me siento identificada. Aunque si es cierto que a veces siento la misma angustia que ella relata. Gracias por no insistir mucho antes. Denota cierta madurez, cosa que por principio no le supongo a ningún hombre. Bueno eso, y que hayas leído el libro. Mi nombre es Raquel y mi teléfono 630451986.
1 beso.

José volvió a doblar el papel y lo guardó, esta vez en el bolsillo interior de la chupa, que tenía cremallera. Se recostó sobre el asiento y cerró los ojos. Aun le quedaban varias paradas para llegar a su casa y quería celebrar su éxito con Stevie Wonder.

sábado, 11 de septiembre de 2010

DE VUELTA

Ya no recuerdo cuando fue la última vez que actualicé el blog. Probablemente una noche en la que había pensado demasiado o demasiado poco, que suelen ser las más prolijas por desgracia.
Una pena, lo que más me gusta hacer en la vida, escribir, con frecuencia se combierte en un capricho. No quiero hacerlo a las 12 de la noche cuando llego a mi casa porque ningún lector que se precie merece ser torturado con las descabelladas ideas que después de un largo día de trabajo aguantando idiotas (clientes y algún que otro "compañero") pasan por mi cabeza. La otra opción sería hacerlo por la mañana, pero hace años que aprendí que el café mañanero y las legañas solo enturbian las lineas de mis textos.
En fin, el próposito es retomar el blog, así que de momento voy a hacer un pequeño resumen de por donde va mi camino, luego, ya veremos.
Acabo de volver de vacaciones ¿sabeis?. Unas largas vacaciones. Una infección en el oido me tuvo mes y medio de baja, baja que luego empalmé con mis vacaciones. En total casi dos meses. Un capricho sólo al alcance de los prepuberes. Pero la vida no da duros a pesetas y de regreso a "mi vida", esta me tenía reservadas algunas sorpresas.
La primera fué mi elección como presidente de la comunidad donde vivo. Para empezar, ni si quiera debería ser presidente, puesto que no soy propietario y estoy de alquiler. Eso le dijimos a la casera mi compañero de piso y yo. Y funcionó, no soy presidente, lo es ella. Para las juntas al menos, porque el que llama para las reparaciones, el que atiende las absurdas quejas de los vecinos, el que lucha con los que no pagan la comunidad... y un largo etcetera soy yo. Sólo en una semana se ha jodido dos veces el ascensor, nos hemos quedado sin agua y a una vecina del local de abajo le salio por el water de su local todo lo que había en la fosa séptica del edificio.
Quizá el mejor momento es cuando te traen las carpetas con los papeles de la comunidad, un manojo de llaves y te sueltan a tu suerte. He oido que a los bosquimanos en kenia para hacerse hombres, al cumplir los 18 les daban una lanza y no les dejaban volver a la aldea sin la melena de un león adulto. Creo que la única diferencia es que ellos luchaban contra nobles leones y yo contra un atajo de inmundas hienas.
Asimilado el impacto de la presidencia lo siguiente que tocaba era volver al trabajo, ese pequeño ecosistema donde estudio lo absurdo de la existencia humana. Al menos a la mitad de la gente de esa empresa la podrían sustituir por bonobos y pasarían meses hasta que alguien se diera cuenta. El caso es, que no había aun si quiera puesto el pie en mi plataforma cuando una compañera del sindicato me intercepta en el pasillo y me dice que ha llegado esa mañana un correo certificado a mi nombre. Tras abrirlo, descubro que es una citación para los juzgados de plaza castilla. Resulta que hace unos meses estube de testigo en un juicio porque habían echado a la calle a unos compañeros y la empresa me denuncia por falso testimonio. No es que me importe demasiado, no es el primer juicio que tengo con ellos, ni el primero que les voy a ganar. Lo peor del asunto es que cuando subo a la plataforma tengo que aguantar a varios compañeros que me dicen -Que morro, tantos meses sin venir, eso es porque eres del sindicato- -Como te aprobechas de las horas sindicales eh, si luego no haceis nada- -Joder, yo quiero vivir como tu-.
Ojala vivieras una semana como vivo yo capuyo es la frase que viene a mi cabeza, pero esbozo una media sonrisa de las más falsas de las que soy capaz de poner y sigo mi camino. Me siento en mi puesto y hago como que no veo las miradas de asco que me lanzan mis jefes tras los cristales de su despacho, ni oigo los cuchicheos de algunos compañeros que me critican. Lo único bueno es que no hay demasiado trabajo, saco de mi mochila un libro y me sumerjo completamente en él. Fuera de sus paginas todo a mi alrededor me resulta esperpéntico. Rio por la ironía, el libro en sí es "la conjura de los necios"
Ya en casa, agotado, me tumbo en mi cama a fumarme un cigarro. Me siento como debe sentirse un chorizo colgado en un patio andaluz en pleno mes de agosto. No se si es que estoy sudando o directamente he comenzado a sangrar por los poros. La paz, no dura mucho. En el parque, unos gitanos amenizan la noche quemando un coche robado y el humo entra en tromba por la ventana de mi cuarto llenando la casa de un delicioso olor a plástico quemado. Lo cual, me obliga a elegir, dormir ahumado o asado. Viene a mi cabeza el anuncio de gallina blanca de cueces o enriqueces y empiezo a reirme como un jilipoyas yo solo. Finalmente opto por cerrar la ventana -Aun huele a plástico joder, seguro que algún vecino viene a quejarse y todo-. Sin duda este va a ser un gran año.

sábado, 27 de marzo de 2010

100 AÑOS DE ANARCOSINDICALISMO



Este año 2010 se cumplen 100 años desde la fundación de la CNT de la cual se escindió entre 1977 y 1979 la CGT, sindicato al que represento en mi empresa.
Esto me hace plantearme, por qué CCOO(1980) y UGT(1977) tienen mucho más tirón mediático y han influido mucho más en nuestra democracia pese a ser bastante más "jóvenes". La respuesta, es la misma que para casi todo LA PASTA. CCOO y UGT fueron creados durante la transición debido a que hacía falta darle al pueblo una representación sindical, que no podía ser la CNT debido a que los rescoldos de la guerra aun humeaban en aquella época. El anarquismo luchó encarnizadamente contra el franquismo en este país, y como premio recibió la muerte de innumerables compañeros y una fama de "quema-iglesias y lanzadores de coctails molotov" que ha arrastrado hasta nuestros días.
Durante estos treinta años hemos soportado el abandono y el pasotismo de los dos sindicatos mayoritarios, comprobando una vez tras otra que, aquellos que debían defendernos, nos dejaban en la estacada. Y no sólo eso, en algunos casos como los ERES, además ganaban dinero por vendernos a la patronal. Sin embargo, tras todos estos años de abusos y de atropellos, cada vez que en alguna empresa se celebran elecciones sindicales la gente sigue votándoles.
Ahora, nos enfrentamos con la crisis a una de las etapas más negras de la historia de nuestra democracia, y yo, siento miedo y siento pena cuando veo que la gente traga con despidos, bajadas de salario, ampliaciones de jornada.... por no hablar de la inminente reforma laboral que se cierne sobre nosotros y donde a buen seguro, nos la van a clavar hasta el fondo.
Y direís, ¿que diferencia hay entre CGT y el resto de sindicatos? ¿por qué ellos van a luchar por nosotros cuando los demás no lo han hecho? Lamentablemente la respuesta vuelve a ser: LA PASTA. CCOO y UGT son sindicatos patrocinados por el gobierno, les subvencionan y por lo tanto, tiene que rendir cuentas como cualquier asalariado ante su patrón. Lo cual les limita y mucho a la hora de defender nuestros derechos. Como contrapartida, está CGT, un sindicato que se autogestiona, y como tal, no debe rendir pleitesía ante nadie. Preguntar a la patronal si prefieren vérselas en una negociación con ellos o con nosotros y su cara os dirá todo lo que necesitaís saber.
Ahora, podeís tacharme de partidista por apoyar al sindicato al que yo represento. Pero os aseguro, que yo estaba tan quemado como vosotros en lo que al sindicalismo se refiere hasta que vi que aun se pueden hacer bien las cosas en este país. Y si tengo que ir a la huelga general o a cualquier otra huelga, iré bajo un pendon rojo y negro o no iré.
Hemos tolerado que pisoteen nuestra dignidad, nuestra libertad, nuestra intimidad... No dejemos que pisoteen también nuestros derechos.

viernes, 26 de marzo de 2010

EL MORDISCO DE LA COBRA

Con la furia de una cobra enfurecida
quema un puño su piel y la amorata,
Escarlata mira al techo, confundida
mientras siente las costillas, que la estallan,
ya no llora, ya no siente, ya no grita,
sólo espera a que cesen las patadas.

Piensa que su niña duerme tranquila,
no quiere que despierte y se levante,
teme por su integridad, ella es su vida,
y aguanta estoica el cinturon que la deshace,
el cuero marca su piel, herida sobre herida,
el puño quiebra su ser, sangre sobre sangre.

Tras la lluvia de insultos y de golpes,
viene el sexo, mas doloroso y humillante,
por instantes, siente que su vientre se rompe,
el sudor y el wisky se mezclan en el aire,
despues, paz, la cobra se enrosaca de golpe
y duerme con la indiferencia del cobarde.

Con las lágrimas anegandole los ojos
lava su sexo en el baño, repugnada,
no traerá otro bebé a este mundo roto,
a este infierno que se enciende y que se apaga.

El olor a wisky no desaparece,
enloquece su mente, la desgarra,
el agua que resbala por su piel le escuece,
discurriendo sobre heridas, sobre llagas,
hecha un ovillo ahoga un grito, siente que muere,
ya no reconoce en el espejo su mirada.

Vuelve al cuarto y lo observa sobre el lecho,
en sus manos brilla la hoja de una daga,
esta vez ella morderá su cuello,
un rápido destello y todo acaba.

"Por justicia se da al projimo sólo lo que se le debe"
(Madre Teresa de Calcuta)